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Mostrando entradas de mayo 19, 2011

LA IMPORTANCIA DE LOS SENTIDOS PARA CONCENTRARSE Y COMO HACERLO.

LA IMPORTANCIA DE LOS SENTIDOS PARA CONCENTRARSE Y COMO HACERLO. Los sentidos tienen un papel muy importante en la práctica de la meditación y la concentración. Los sentidos son los responsables de hacer que la mente se proyecte hacia el exterior. Es imposible meditar sin antes haber entrenado los sentidos para proyectarlos hacia nuestro interior. Los sentidos son las avenidas a través de las cuales la energía mental fluye, y para reducir su flujo hacia el exterior y la consecuente pérdida de energía, debemos ser capaces de controlar su actividad. Este control se conoce con el nombre de pratyahara, o quinto paso del sistema del raja yoga. El pratyahara trabaja con la energía de los sentidos y es la base sobre la que se erige la práctica de la concentración. Muchas veces no somos conscientes de la medida en que las impresiones de los sentidos influyen sobre la mente y moldean nuestras reacciones y elecciones. Asimismo, la cultura occidental presenta una marcada tendencia a potenciar la

UNA VIDA DESEADA. Montse Cobas.

UNA VIDA DESEADA Cuando cierro los ojos veo... Paz al unisono recreada. Sensaciones inmersas en una ligera oscuridad. Mi mente se evade, se apacigua como el fluir del agua sin viento. Siento, solo siento. El fluir de la vida. Mi vida dentro de la gran madre. Maravillosa percepción que me unifica. Pequeñas motas que flotan, gorgoritos suaves. Mi esencia sumida en la suya. Energías que fluyen. Momentos en el que el pensamiento no existe. Solo se siente. Me dejo llevar, me arrastra, la traigo y la siento. Maravilla del Dios Supremo. Nos acompaña y nos guía, pero solo... si tu lo deseas y le pides. Te ayuda en la justa medida. Esta ahí, existe y nos acompaña. ¡Siéntelo! Placer de la vida, placer de su esencia. ¡Cuanto le pides! Pide. Maravilla sentida con todos los sentidos. No hace falta nada más. Solo visualiza desde tus adentros. Siente con el corazón y tu esencia. Escucha sus movimientos, atiéndelos despacio. Es como escuchar música suave pero sin ella. Es la música de Dios y tu alma.