Cuando más hundido, humillado te encuentres, más Dios se fijara en Ti, y ahí su mano misericordiosa, su mirada, observante hasta que punto eres capaz de aguantar tanto, simplemente por estar unido a Él. Entonces...Su compañía se hará inminente, visible en ese preciso momento, te donara la mano, te susurrara al oído, haciéndose presente y te presentara el camino en su compañía. Aunque no lo veas, no entiendas o dudes.
Nunca estás solo, recuerda, Dios y los Ángeles Custodios están ahí dónde más falta, y dónde más unión hay con Ellos.
Sus Leyes se ubican en Ti, las sigues, y Ellos te corresponden. No dudes. Están y existen.
Un día sumida en el profundo amor.
Bendecido ES, para Todos, en especial para los que leen este mensaje y están.
Gracias.
En Misericordia, Montse Cobas T.
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