Son tiempos de relax, tranquilidad, humanidad y aporte individual en conjunto.
Tenemos más tiempo, y para no aburrirse, se puede hacer bastante dentro de una casa aparte de limpiar, ordenar, atendernos y atender a los nuestros.
Leer, escribir, cooperar, meditar, canalizar, orar, trabajar para relajarnos y no dejarnos influenciar por esta etapa, hacer ejercicio, cuidar y cuidarnos, conversar, y todo con el aporte único e intransferible de amar desde nuestro interior.
Por Montse Cobas.
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