Cuando todos los seres adentrados, conscientes de nuestra espiritualidad, hablamos, escribimos de lo que sentimos, y creemos ser, porque la perfección no existe, y siempre hay raudales de lo que creemos transmutado, erradicado o olvidado, y a que en nuestra esencia, en nuestra historia se halla, ya, olvidando, difuminando, el pasado va quedando lejos, las energías promueven el cambio, pensamos, aunamos, y compartimos, el ser positivos, el vivir en el amor... mientras tanto, los sucesos, el entorno se encarga en darnos soplidos, de que no es tan fácil, que todo esta ahí, negativo, situaciones incongruentes, incomprensibles y sobre todo por los que nos gobiernan, pero nosotros aún así proseguimos en ser positivos, en amar, donar Luz, porqué... es lo único que tenemos, la fe, la esperanza, el Ser y en ello hacer, hacia delante y fomentando, con la idea de que todo se hará para mucho mejor, pase lo que pase, para mucho mejor, sabiendo... que no sera fácil. Sin embargo t
Entra en un mundo real. La otra realidad.