No cabe mirar al pasado, no existe ya, aunque existan resquicios que aparezcan, son momentos, etapas, que sucumben, quien sabe para qué, sin embargo aparece. Y es en estos cuándo sientes, sin saber porque, sabiendo el qué. A veces, dejar sucumbir el llanto, es lo mejor que podemos hacer, exteriorizar, la profundidad del sentimiento, que no se puede evitar, se presenta, sin más, se repite una tras otra..., es un mensaje a descifrar, que no sabemos, sin embargo se halla. Son historias, como otras tantas, en cuanto a procesos y personas, que vuelven, cometidos, inexplicables. Pero, aún así lo sean, sólo la esperanza de seguir adelante, dejando o no dejando atrás, lo que sea reiterativo, enigmático, que a los ojos de Dios, ciertamente no lo es, ni sera. Avancemos, y Fe. Por Montse Cobas. La esperanza de sobreponerse, es para Tod@s.
