A veces nos pasan desapercibidas ciertas personas, seres, lugares, no los vemos, o nos cuesta verlos, incluso en un momento dado por una cierta carga magnética de atracción, nos podemos aferrar y seguir aquello que nos cuesta ver, cuando en esta situación ya nos esta diciendo, ¡ojo! Cuidado.
Hasta qué al final empezamos a observar el porqué de lo que ocurria.
Con el tiempo las personas se rigen y obran cambios en base a lo que se ha aferrado intrínsecamente, sentimientos nobles o no, actos de igual forma, cambiando la naturaleza que pudo tener años atrás a contrario, y ahí es donde se ve o no se ve la gran diferencia y el porqué.
Depende de cómo y desde donde , el verdadero sentimiento, nos definamos.
Eso, nos puede acercar o alejar.
De una persona, de una circunstancia, de un suceso.
Incluso, de una dimensión a otra.
Y cuándo ocurre lo dicho, pueden aparecer algunas respuestas con el tiempo a preguntas realizadas desde atrás, por lo enigmática de la situación.
A veces la existencia nos ayuda, y no podemos ver su utilidad, algunos le podría llamar intuición o ayuda Angelical, pero la verdad es qué es muy probable, que el no poder ver, tiene otros significados, simplemente no es tu camino, cuidado no debes ir por ahí, no es el buen camino, por lo que sea, intenciones camufladas, no amor, oscuridad, una trampa, quién sabe, y cómo cada uno se lo pueda tomar, y pueda observar, es...
Superación, ante todo superación.
Quién sabe lo que es, es simplemente, sólo pase lo que pase, no nos desviemos de nuestra verdadera esencia, de nuestro verdadero camino propuesto para un buen fin, para la Humanidad...
Quizás.
Un fin Mayor.
Qué no admite diferencias contrarias. Ni perdidas de tiempo, no es permitido por la situación.
Es, a una. O, nada.
En un camino de Luz, no es consentido lo contrario, ni un ápice.
Se transmuta y se sigue, todo lo demás queda atrás.
Montse Cobas.
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