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Mostrando entradas de enero 7, 2022

Flauta de Buda: Camino del Medio [12 horas]

Música para acompañar, para entrar en armonía. Relacionado con la entrada anterior.

La belleza.

  🌹🌸🌷🌹🌸🌷🌸🌹 La belleza es substancial, se percibe con los ojos, con la mente, con el campo espiritual de cada uno, en el timbre de la voz, en un roce, en una mirada. La belleza nos abre a otro campo para quienes así la sienten y la transmiten, suelen estar arraigados a lo qué todo es , de manera natural. El emanarla, el recibirla desde los ojos del corazón impregna profundamente moviendo esencias trasmisoras para todo bien interior y exterior. La belleza no es una cualidad única en una persona es de todos, viene dada y sentida para los qué desarrollan lo especial en ellos, intrínseco  y sano, es inconsciente , es fluido, sin embargo no todos lo perciben, está en cada uno de nosotros desarrollado naturalmente desde la esencia y no separados de ella. La Gran Esencia. Nos aporta naturalidad, esplendor, tranquilidad, buenos sentimientos,  armonía, y por lo tanto buen-bien estar. Siempre desde lo anterior. Intrínseco , esencial y conectados con la Gran Esencia, lo qué requiere y

La vida y todo...

La vida, y todo, va cambiando.  La cuestión es qué hasta qué punto de conveniencia.  Cogeríamos un poco de lo qué sí de un tiempo y más de otros.  O quizás predomine alguno más qué este. La equiparación se hace difícil y cuándo ya llegas a una etapa de la vida con ya unos años y experiencias vividas sí podemos sopesarlo, observamos, deducimos y empezamos a querer gestionar.  Los años no son tristes, te da la sabiduría para poder ver el mundo tal cómo es, con otro o diferentes prismas,  aceptando y lo qué no lo miramos de reojo o de frente haciéndonos conscientes, y nos decimos.  Qué hacemos con ella. Con nuestra vida.  Es lo único qué de una manera o otra podemos accionar, cómo y hacia dónde, llegado a ese punto qué dan los años, ya creciditos, y nos decimos allá voy con otra pausa y entereza.  Por eso, entrar en la melancolía por los años, no.  Sólo desde la humildad, enaltecerse con amor y armonía para ver hacia dónde sí y hacía dónde no en el momento de la propia sabiduría qué