Aún recuerdo en mis tiempos de soledad necesitada y buscada,
cuándo interiorizaba y buscaba a la Madre Naturaleza, en tiempos acordados,
amplios,
emergiendo me en Ella, era un silencio superior, anhelado y acompañado,
la esencia se silenciaba y serenaba, los pájaros escuchaban en la quietud formada,
sentían y percibían, a veces me acompañaban en el proceso de sanación,
de ese momento, y de otros,
eran silencios en armonía, mientras la Luz metafísica emergía,
la que el Mundo necesita,
y algo más.
Nosotros. Somos el Mundo.
por Montse Cobas.