A lo largo de nuestra vida vamos soltando lastres y eso es bueno. En el momento que somos conscientes y los aceptamos, ellos desaparecen transmutándose en positivo. Sabemos que estos desaparecen cuando la respiración se hace fluida. No encuentra trabas que la interrumpan. Llega a donde tiene que llegar con toda libertad. Aportando la vida esencial que todos necesitamos a todas las zonas de nuestro cuerpo. Nos volvemos más positivos, más conscientes de nuestra vida y de las situaciones pasadas y presentes. Somos más racionales y comprensivos. Observando y viendo la vida de otra manera mucho más efectiva. Cambiamos, entramos en el estado de felicidad, integrándonos más con el prójimo y sus situaciones. Caminamos por el transito de la vida, aceptando y razonando. Mucho más libres y con mucho menos peso, que nos impedía avanzar por esta. El peso al que me refiero no se trata de kilos corporales, sino de cadenas que aprisionaban y ataban nuestra esencia, nuestro ser y nu...
Entra en un mundo real. La otra realidad.