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Mostrando entradas de mayo 12, 2010

You are alive

TU ESTAS VIVO, Lo sientes,¿no? Late tu corazón, como una gota cae del roció en la mañana. Amas sin privación, como un bebe ante la ventana, observando la llegada de su mamá. El amor que das. El amor que ofreces. Virtud desmedida, emociones consentidas. ¡Hum! armonía en tu alma. Realidad admitida. Mirar de frente. Con sonrisa en tu rostro, instantánea y deseada. Vibras en tu caminar. Día a día fomentas tu bienestar. ¡Hum! ¿Lo sientes? Es la felicidad obsequiada en tu mirar. Mirar interior y muy particular. Piensas en el mayor de tus triunfos. Obtener lo que deseas con buenas mañas y voluntad. ¿Sientes lo que te ofrece el amor y el recto caminar?. Consiguiendo en ti ningún pesar. Abriéndote a lo que quieras llegar. Pues no llevas trabas en tu interioridad. Espíritu libre y conseguido. A la vez que tu buena perspectiva. Delicada obra conseguida. Sientelo amig@, la vida evoluciona. Tu lo haces. Por mucho que vivas, sufras, la vida continua. Nada puede evitarlo. Eso es síntoma, de vida, de

NARRACIÓN, EL DÍA QUE MARCELA ENCONTRÓ LO QUE LE FALTABA.

Marcela, era una chica vividora. Le gustaba la buena vida. Viajar, salir, divertirse. Todo ello le permitía ser feliz y a la vez no se daba cuenta del esfuerzo que requería mantener un estilo de vida de ese tipo. Sus padres eran los que le permitían vivir de esta manera. Era hija única y eran dueños de un gran patrimonio conseguido de herencia por parte de los abuelos y del mantenimiento de este mediante muchas horas de trabajo por parte de ellos. Fue criada por niñeras gran parte de su vida. Sus padres cuando estaban con ella era en el periodo de las vacaciones o los viajes que realizaban en familia. Sus estudios fueron fomentados por parte de su madre. Exigiendo-le que estudiara para proseguir con la herencia familiar. Ella no veía la necesidad de ello, ya que pensaba, que para que esforzarse si ya tenían todo lo necesario, más de lo que necesitaban. Disponía de una tarjeta de crédito la cual utilizaba para cualquier necesidad. A veces, cuando su padre veía que gastaba e