Mirar de cara al futuro esta bien, pero sin obsesión. Ya que el futuro no existe. Lo que existe realmente es el hoy y el ahora. Es lo que tenemos seguro, nada más. Cada instante que pasamos tiene sus variantes, ninguno es igual. Todo esta en constante movimiento, nuestra sangre, nuestras células se modifican constantemente, el aire que respiramos es totalmente diferente en cada segundo. Nuestros pensamientos están en constante variación. Nuestro trabajo... Cada momento es único y ese ya no vuelve. Tendremos otros, pero en la misma situación, y en el mismo instante, no. Cuando las situaciones, los problemas, las angustias, el estrés, nos llevan a la deriva, no nos percatamos del momento, vamos haciendo según se presenten, imposibilitandonos ser todo lo feliz que deberíamos. En el momento que somos capaces de parar un momento y reflexionar lo que estamos haciendo, el camino que llevamos, queriendo un cambio y haciendo por ello. Nos damos cuenta de la necesidad de un cambio de actitud. Si