En esta vida, hay mucho movimiento, movimientos en todos los sentidos, no siempre controlables.
Lo único que podemos manejar nosotros es nuestro estado de satisfacción en esta existencia, puede haber diferentes y diversas dificultades cuándo vivimos y en nuestras experiencias debemos saber hacer para hallar el mayor grado de satisfacción, que sólo puede provenir de nuestro interior, el cómo manejemos nuestras vivencias, nuestros sentimientos, nuestros aprendizajes, para hacerlos útiles, no sólo para nosotros sino también para nuestro entorno.
La vida es útil sí somos capaces de accionarla, verla, de tal manera que aún por múltiples reacciones, movimientos adversos, seamos capaces de encontrar el beneficio en todo ello, siempre y cuando no se dañe a otro, porque en esta vida siempre cuenta y siempre suma.
Ser y estar en ambivalencia.
Por Montse Cobas.
El grado de satisfacción lo marcamos nosotros, desde nuestra experiencia, accionar y saber hacer, no sólo para un beneficio único sino también conjunto.
Estar insatisfech@ por algo, alguien o por alguna situación incluso por la propia vida, el cómo nos va..., proviene de nosotros, no podemos dejar la carga a otro, desde el comienzo qué esta en uno, observándola, deduciéndola para mejorar la emoción que pueda originar, buscando nuestra propia satisfacción y a la vez la del otro, ya qué a partir de ahí, todo cambia. Es conjunto.
Si algo hay en la vida que nos produce insatisfacción esta en uno poder cambiarlo, si la persona se deja llevar por ella, sólo puede provocar efectos contrarios, nocivos en su interior y en el entorno, sin ser conscientes.
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