A veces nos tomamos la vida como una obra de teatro, esperando conseguir lo que amamos o deseamos, ser felices y estar bien, cuándo la vida es más que eso, una existencia llena de vivencias y experiencias que nos marcan y nos derivan.
A veces, queremos ejercer cómo sino hubiese pasado nada cuándo a pasado mucho o todo, intentando perdonar, olvidar o cómo sin tal cosa, sin embargo está siempre nos recuerda, que si una situación no se dio fue por algún motivo o muchos en especial y con fuerza, los cuales nos han derivado al hoy, a veces con tal de ser felices, olvidamos raíces, encuentros y desencuentros con tal de serlo, y en esa esperanza, porque, ¿porqué no, yo? Lo intentamos, y paso tras paso, traspuesto y con tropiezos, no queremos ver la realidad, nos cuesta hacerlo, simplemente, a veces, sin más, debemos coger otro camino totalmente diferente, muchas veces postergado, por miedos, porque ahora no se puede, porqué cuesta mucho realizar un cambio y mucho esfuerzo, porqué a veces es tan difícil hacerlo, porqué nos aferramos a lograrlo sobre todo cuándo amamos, pero, poquito a poquito, y a veces, nos está diciendo, bueno, después de tanto y de tanto tiempo, de haberlo intentado, vuelvo a lo mismo que se, lo que no empieza bien y fluido, lo que por ambas partes no hay intención de lograrlo, de empezar de cero, de asirnos tan solo a aquello que nos une y es bueno, el amor, el buen amor, los privilegiados, sin historias raras, qué es lo que me hace pensar de que ahora pueda ser.
Y es qué a veces, o se cambia de directrices, se comienza cómo se debe, se va consiguiendo poco a poco, o seguimos por otro camino totalmente diferente, con cambio de rumbo, y muchas veces sola, porqué así ha de ser, porque en ese nuevo camino, encontraremos nuevas vivencias, nuevas personas, nuevos lugares, nuevas formas, en busca de una nueva realidad, la que buscamos, ansiamos y necesitamos, y quizás, y sólo quizás, esa nueva realidad es estar solos ante las vivencias vividas, porque nadie las pudo vivir por uno, sólo cada uno de nosotros sabemos, lo qué nos daño, lo que nos hirió y a partir de ahí, hacia dónde queremos ir, dónde necesitamos ir, o estar.
El solo uno.
Por Montse Cobas.
Hay que tener mucho cuidado con volver a historias o formas de un pasado ya olvidado o transmutado, qué llega si nos dejamos llevar por equivocación o no, a desestabilizarnos a ponernos freno, a volver a intentar salir y superar, el pasado es pasado y si vuelve, sólo lo que fue bueno para proseguir en igual forma, sí es para trastornarnos mejor salir de él, dejarlo estar, o evadirnos, volviendo a re-intentar a coger el camino que con anterioridad nos iba bien, con mucho esfuerzo, y es qué a veces las situaciones no se sabe para que vuelven, con qué intención, sólo el qué obra con intención lo sabe, los que no simplemente encuentran, pero, lo que no se sabe es que ambos pueden salir de una forma o otra dañados, o transmutados, porque todo lleva y deja carga, la cuestión, es saber y poder dejarla, y liberarse de ella.
Y, de eso se trata.
Liberar, superar, transmutar.
Saber y escoger.
Comentarios