A veces, hay tantas incógnitas qué descifrar,
y digo a veces, porqué no siempre se llega a ver,
lo indescifrable.
Es, lo qué parece inerte, lo qué no se palpa,
pero se puede sentir, sí te relajas,
sí te integras en ello, y entonces, observas,
sientes, percibes, y a través de tu sensación,
aparece la pregunta o muchas.
¿Quienes somos?
¿Para que venimos o estamos aquí?
¿Qué fin?
¿Nuestra Unidad con el Todo hacia dónde nos lleva?
¿Podemos descifrar, ver las incógnitas de lo que no se ve,
mientras el resto del mundo, entra en un estadio casi de no discernimiento?
Sin, embargo.
Los que nos paramos por un momento a percibir, a sentir,
a querer poder llegar más allá, para encontrar respuestas, actuar,
en benevolencia, fe, y Unidad, ayudando al resto, a poder salir de su turbación,
de su cierre al Todo, dejando que sean ellos los que observen, puedan seguir hacia delante,
con el máximo fin de superación, solucionando.
Mientras tanto, otros muchos seguimos aquí,
percibiendo, sabiendo, que no todo esta perdido,
eligiendo qué hay que seguir, actuando para lograrlo,
y en esté recurso, en nuestra sensatez,
seguimos donando lo qué a la Humanidad le falta,
por eso los sucesos sin explicación referentes a Ella,
qué también, ..., pueden ser indescifrables,
pero, la tiene.
Sí tiene una explicación, qué demanda ayuda, para no caer en la perdición.
Sin embargo en está reflexión, percepción,
sólo captamos desde nuestro interior, bueno,
paz, solemnidad, abundancia que viene.
Hay qué fomentarla.
Luz, desde la Estrella más alta.
Por Montse Cobas.
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