Cuándo los silencios se hacen eternos....
Aquí entra muchos motivos.
Ante todo por inconsciencia.
Ocurre sin más.
Y ante ello.
Por ignorancia.
Por enfado y no querer llegar más allá de éste.
Por una sorpresa.
Por algo o alguien que nos inunda por su extraordinaria belleza. Para nosotros.
Por miedo.
Por no querer hablar o no ir más allá de lo qué se pregunta o comunica.
Por falta de asimilación o comprensión.
Por no querer seguir con la conversación o no dar más información.
Por un shock o trauma.
Por un parón metafórico.
Por tantos, tantos motivos, pero los principales los anteriores, igual se me escapa alguno importante ahora mismo, pero, ahí lo dejo.
Tened todos un buen día.
En armonía, paz, y buenas ideas para salir adelante, siempre desde el amor profundo qué nos es propio, hacia nosotros y hacia los demás.
Gracias.
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