El vivir y el morir, van tan unido.
Es, en un ápice del silencio,
dónde podemos observar que se puede morir en el olvido,
ese olvido que se deshace,
para llevarnos allí donde debamos.
Es en el vivir dónde recordamos,
qué todo esta aquí y allá innato.
Es en ese sonido recóndito el qué nos recuerda,
qué en el vivir esta la muerte,
y en el morir la nueva vida.
Asiéndonos a lo complejo de la existencia,
esa gran Existencia qué nos desplaza,
qué nos recuerda.
Allí dónde estamos... y a dónde vamos.
Por Montse Cobas.
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