Y cuándo lo dejas todo o casi todo en la Gran Mano de Dios, aún a sabiendas, que parezca que no hay avance, a veces, inquietudes se perciben, pero sabes, qué, el bien, la bienaventuranza, no viene en lo llamativo de esta vida, lo que se ve, se cree, y afianza en lo terrenal, sino en nuestro interior, en nuestra esencia, en momentos drásticos de ella, el beneficio que se nos puede aportar, así siendo, y qué se instaura con una gran fuerza, serenidad, paz donada, en esa inquietud para transformarla, en la ida, acorde a Dios, y con Dios, ese, es el Gran Beneficio, lo sientes, en los momentos que parecen más difíciles, y aún siéndolos, se nos ha dado la posibilidad de transmutar, saber, unirnos a Dios, la Gran meta de todo que se digne, por el bien en Nosotros, por el bien con Dios, el Creador, el Universo entero. La Unidad, transformadora, y la fuerza eterna.Vida, coexistencia de Ella. Eternidad. Por Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.