N unca sabemos con quien nos vamos a volver a encontrar. Adioses definitivos inexistentes. Hoy aquí, mañana allá. Quizás no busquemos y encontremos. Y lo hagamos y no hallemos. Es un mundo tan extenso, qué no sabemos. Sin embargo, siempre encontramos, quizás, no nuestros deseos y anhelos. No, en este momento, y sí en otro, en otro lugar, en otra etapa. En otra vida o en otras. Ves y te suena, almas qué se recuerdan. O tu sí, y el otro, no. Pero conforme avanzas, creces, miras...te das cuenta. De lo qué antes no hiciste, o no supiste, el tiempo... te abre al tiempo, a otro. Hoy, no me recuerdas, pero mañana quizás sí. Es ese anhelo, qué lo llevas sin darte cuenta, de otra existencia, de otra experiencia, quizás... Hoy hiciste daño o sufriste, y ese recuerdo se lleva. Te recuerda, asoma inconscientemente, no te das cuenta, y vuelve. Para retomar, para sanar, para subsanar, para recordar, para seguir, lo inacabado, en otra vida, en otra historia, qué subyace, aparece y sigue. Por e