A veces, elegimos el camino más difícil, y es qué, tampoco se nos pone fácil, ni está fácil, y nadie, nadie se da cuenta de que esto es así, sólo se vive la propia experiencia, y así nos determinamos, y la fé, de encontrar lo que anhelamos, en ese mismo trayecto, escogido, esperando que haya alguien más que así lo determinase, siguiendo, el nuestro propio, juntos, y así, entendernos. Es un asunto de dos, pero el Universo manda, algo más manda, nuestro Espíritu, el Gran Espíritu... y en esa elección vamos encontrando y aprendiendo, de cómo, es, y están las ubicaciones. La dificultad, determina la maestría, y es esto algo más superior, con directrices determinadas para un fin. Cuántas personas quedan atrás, y cuántas no me acompañan, aún pareciere que así lo hiciesen. No he llegado a lo que he llegado y llegare, tan fácilmente, está claro que hay algo más que no acierto a ver, ahí, esperando. Sin embargo, he elegido la dificultad
Entra en un mundo real. La otra realidad.