Teniendo en cuenta que nuestro cuerpo es 70% agua, es entendible porqué es importante mantener el equilibrio hídrico de nuestra piel para que luzca lozana y radiante. El otoño y el invierno tienen también sus elementos nocivos para la piel, casi tan agresivos como el sol, el mar y la arena del verano. En efecto, la calefacción, el viento, el estrés y la contaminación ambiental son sólo algunos de los agentes que atentan contra la piel, y la hidratación es la mejor defensa. Vale recordar que la piel reseca se arrugará mucho más rápido que la hidratada. Entre las medidas que podemos adoptar encontramos: Beber de un litro y medio a dos litros diarios de agua. Limpiar rostro, cuello y escote mañana y noche Hidratar la misma zona también mañana y noche. Para ello, consulta al dermatólogo para que te indique el producto adecuado a tu piel, ya que todas las pieles, incluso las grasas, necesitan cremas hidratantes. Vaporizar agua durante el rostro cada tanto durante el día, todo el año. Es ide
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