Y en un momento, y en un silencio, en la vida, se siente, se percibe, según te sientes, un amigo, misericordia de la existencia, que te hace encontrar, lo que no quieres, para así conocerlo, y aprender con ello, que todo ocurre, que todo pasa, un instante, escondido, en lo más recóndito, que poco a poco, va saliendo, y así la vida palpita, desde muy adentro, diciéndote basta, fluye, y consigue, todo, te pertenece, y te encuentra, porque es deuda, no te excluye, solo te da un tiempo, rememora lo invencible, para hacer valer lo que llega, y así aparece, en un segundo, que es un espacio de tu vida, esa que te lleva, dónde, has de encontrar, lo que es tuyo, persiste, vive, y siente, qué así como este instante es, el próximo, sera, para enseñarte, lo aprendido, lo encontrado, afianzarte, y donar-te, otro segundo, en el cuál llegaras a tener lo deseado, pero no sin antes, hacer, un camino largo y laborioso, porque nada llega solo, sino tras mucho he