La individualidad, nos obligara, si queremos conseguir una unidad mutua, y convivencia en ella, a ser honestos, a llegar a acuerdos, a admitir, y a observar lo que en verdad es, y es justo, junto a otro y la posible convivencia con Él o Ella, o Ell@s, en diferentes reinos del Ser, cómo Ser que es, y somos en diferentes formas, y características, admitiendo y reconociendo, sin exigencias, no loables, ni propias, no posibles. En igualdad de ser a ser, cómo vida propia y factible que todo tiene. Sino es así, la separación, y soledad en el Ser personal, e individuo, está servida, que no la unión con el Uno, el Todo, al que pertenecemos, incluso ahí, se elije con nuestros comportamientos, nuestras formas, y nuestro trabajo interior para Ser en Él, siendo consciente, y así avanzando por igual, sino es así, estanque. Mundo energético, del cuál todos formamos parte, dentro de él. Y siendo. Montserrat Cobas. Namasté. La transformación. Nota referente a una
Entra en un mundo real. La otra realidad.