La locura, la incongruencia, es un reino que nos invade, que pertenece a él, y por desgracia, nos envuelve, y nos irradia, Dios no nos abandone, nos acompañe en este transito que estamos viviendo, en el cual, son cambios, extremos, abordes de una realidad que se disuelve, sólo sabe Dios cómo terminara, porque observa, el hombre acciona, y en ello nos encontramos, influenciados, sin querer, pero lo somos, y así, el resultado. Fuerza a nuestro Espíritu, Espíritu en Dios. No hay que temer, solo admitir, que la locura nos impregna, un mundo de locos, que accionan, en beneficio de nadie, encontrándonos, y encontrándose en la más absoluta miseria, la que dona muerte, y acabo se, para un nuevo comienzo, quién sabe, cómo, y de qué forma, porque solo en el resultado, y las partes existentes del momento, y formas, se obtendrá. La locura, de la posibilidad de que hayan realizado una prueba con una bomba atómica, de hidrógeno, en Corea. La ignorancia más completa, y el per