Al final, lo que se asienta en uno, y se da cuenta, que la verdadera verdad, y de importancia, son nuestros pensamientos, y actos para con otros, y nosotros mismos, es el camino el cuál elegimos, y con el cuál podemos tener las mayores satisfacciones, individuales, sin necesitar para este cometido nadie más, sentir, y fijar, lo que esta bien en uno, y para con el prójimo, no, dañando, y vamos en paz, y vamos en armonía, progresando de la manera más espiritual posible, no se ve, pero se siente. Namasté, Compañeros de vida. Existencial. Montse Cobas.
Entra en un mundo real. La otra realidad.