Entender al otro es una tarea ardua, se necesita de cierta capacidad, y querer, sobretodo hacerlo, dejándose llevar pese a quien pese, por el corazón, el don natural que todos llevamos dentro, la comprensión mediante el amor. Es, nuestra capacidad innata, olvidada, y apedreada durante mucho, mucho tiempo. Para ello aún nos pertenezca muy poca información, sobre la persona, o las situaciones, o circunstancias que la rodeen, debemos ser neutrales, y realizarnos diversas preguntas que lograran en cierta forma ser algo o mucho, imparciales, llevándonos a un posible entendimiento de ésta o situación. Las preguntas podrían ser las siguientes. ¿Porqué se ha podido comportar de determinada manera? ¿Qué le a podido influenciar para hacer o decir lo que ha dicho o hecho? ¿Qué circunstancias o momentos anímicos le ha llevado a ello? Valorando siempre su naturaleza, pues es importante, hay personas más loables que otras, con más fuerza o menos. No somos iguales, y venimos deter
Entra en un mundo real. La otra realidad.