Hoy, 31 de diciembre del 2020 , dejamos ir desde nuestro interior todos los sentimientos contraídos en este y otros años anteriores, incluso en otras vidas para comenzar el año nuevo que nos acontece, libre de cargas impropias, soltamos, liberamos y fluimos. Aceptamos nuestro yo más interno, nuestras experiencias buenas y no tan buenas, afianzándonos a lo bueno que ha de venir a nuestras vidas y a nuestra existencia, con un corazón de esperanza dentro de nosotros en nuestro centro, blanco o dorado, esté crece dejándonos ver una nueva realidad de fe, fuerza, firmeza para recalcar todos nuestros buenos deseos, propios y ajenos, para un mundo qué está aconteciendo desde la libertad propia junto al Universo, creceremos y buscaremos desde él. Liberémonos de todos nuestros sentimientos que inundan y socaban nuestra integridad. Un comienzo, una nueva oportunidad crece en cada instante qué vivimos en cada día en cada año, y a eso nos hemos de afianzar, a lo nuevo que cada uno de nosotros pod
Entra en un mundo real. La otra realidad.