En un momento de "estasis" por la paz inmersa en mi interior, reflexiono, canalizo. Hay mucho por lo que vivir, y también mucho por lo qué dejar ir, y alejarse, sin embargo, lo primero supera a lo segundo, quizás no por cantidad, ..., pero sí por la extensión qué embarga hacerlo, es el medio, natural, qué nos llena, y nos dice aquí estamos contigo, incluso llegando más allá pero aquí los Ángeles, lo espiritual, suplanta a todo lo anterior, ya dejado o trasmutado. Te emerges trayendo una parte aquí. No hay nada qué entender, sólo vivir. Es ese halo qué nos llega en nuestros peores momentos, qué nos acerca a los mejores. Son estos los qué logras estar en el cielo, afincándote en ese aura qué nos dice estas aquí, pero también en el otro lugar, ese qué todos ansiamos o por lo menos deseamos estar, una vez nos vayamos, y entonces, observas, nada está perdido. Porqué en el momento que logramos esto, esa misma transmutación, esencia, ayuda al resto, comunica y transforma. Es
Entra en un mundo real. La otra realidad.