La flor y las hojas caen para un nuevo regenerar, para un nuevo cambio, para un nuevo despertar. No somos tan diferentes al todo. El mundo se está desmoronando tal cómo lo hemos conocido por tiempo así cómo diversas fracciones de nosotros dando lugar a la regeneración nueva de esa parte o partes y por consiguiente la formación de un nuevo ser diferente a lo qué fuimos, es lo qué estamos viviendo, un proceso individual qué nos permitirá ver mucho no imaginado, qué a la vez lo sentiremos, es o será una nueva versión de nosotros mismos, consecuencia de un proceso de cambio ante una nueva o diversas realidades. Es la fortaleza del Ser en cada uno de nosotros qué sé hará realidad en el día a día. Sin objeción. Por Montse Cobas T. Floreceremos nuevamente, con más ímpetu, con más fuerza. Es el proceso, hay qué transmutarlo, superarlo, con el aprendizaje realizado y accionado. Es el despertar qué nos llevara a uno detrás de otro hasta llegar a uno potencial qué nos y determinará. Namasté