Hay momentos en los que mi esencia se mezcla con la de la vida. Noto como fluye, acogiéndonos mutuamente. A veces me gustaría mezclarme totalmente, dejarme ir. Noto la Divinidad de la que somos propietarios , y la Divinidad que nos acoge, que nos rodea. Maravilloso momento, tranquilo y fluido. Esencia que a través del tiempo he conseguido adquirir. Todos tenemos esencia, nos hace vivir, sentir y adquirir la experiencia de lo que nos hace amar. No me preguntéis, como he llegado a ello. No lo se, simplemente me era necesario. Lo necesitaba y me he dado cuenta de su importancia. En la noche, cuando descanso, duermo, me integro en ella y estoy tan bien, que me gustaría proseguir en su sentir, en su integración. Fluimos, necesitamos su consistencia. La consistencia justa en densidad para lograr nuestro mejor emanar. Quizás muchos no me entendáis, es probable. Os lo explico para que podáis conocer, de lo que todos somos poseedores. Solo que tenemos que llegar al estadio que nos permita cons
Entra en un mundo real. La otra realidad.