LA NORIA. Erase una noria que no paraba de dar vueltas. Su nuevo dueño la había comprado sin manual de instrucciones. Estaba conectada a una red eléctrica fija que la hacia funcionar continuamente, dando vueltas sobre si misma sin parar. El dueño ante su ignorancia la miraba sin cesar, quería pararla pero no sabía como, estuvo examinando todas sus partes día tras día. Con el tiempo ante tanta vuelta la noria comenzó a dar signos de desgaste. Estaba a punto de quemarse. El dueño ante su impotencia seguía observándola, veía que si no lograba pararla iba a perder todo lo invertido, así que se armo de iniciativa y decisión y busco con más ahínco. Tras mucho mirar se dirigió a un tablero escondido debajo de ella que ya había visto pero ante el miedo de que pudiera hacer algo indebido no se había atrevido a ver su funcionalidad. En el se encontraban varios botones, inicio y stop. No sabía bien para que eran pero tras pensar un momento, se decidió y apretó el stop. La noria se fue p
Entra en un mundo real. La otra realidad.