UN RECUERDO.
Como un amanecer tu sonrisa,
vital, alegre, y sincera,
fue como el sol radiante en plena mañana, que llama.
Tu vitalidad por la puerta de entrada impregnaba,
como un cascabel que suena y resuena, así se notaba.
Posible por lo que emanabas, Luz amplia que desbordaba.
Era imposible no verte,
ocupabas un espacio con brillo propio,
y por lo tanto irradiabas.
Tu, yo, sin saberlo,
ya Luz desde entonces,
aún opaca-da por dificultades. Pero...
Todo vuelve.
Podemos vernos desposeídos de nuestra esencia con artimañas,
envidias y malos agüeros.
Pero al final...todo resurge, Luz,
con fuerza y vital como la vida misma.
Tú, yo, caminos separados pero siempre unidos por un recuerdo.
Por Montse Cobas.
Amar nos dona la sensación más inmensa que podemos ofrecernos,
y ello,
siempre permanecerá en nuestra Alma.
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