Hoy una poesía dedicada a vivencias, sensaciones que se sienten cuando nuestra vida no va del todo bien, en la cual hay que tomar decisiones, a veces pudiendo y otras no, dependiendo de la situación de muchas mujeres, normalmente.
Aunque parezca mentira que alguien se pueda sentir así, sí puede.
Muchos aprendemos, hemos aprendido, con el padecimiento, sufrimiento de lo que nos ha podido suceder en un pasado o sucede en este momento, porque estoy segura, que habrá muchas personas que se sienten, hoy, así.
Para Ellas.
CORAZÓN ENJAULADO.
Corazón enjaulado,
cuando no se deja fluir el sentimiento,
el que siente y el que recibe,
aún le marque.
Un corazón estancado,
tan parado...
que no se permite el decir te amo cuando así lo siente,
incapaz de decir basta, cuando le hieren,
golpes de congoja,
esa que no fluye porque así se lo prohíbe,
marcado por el miedo, la vergüenza o la incongruencia,
ignorante de los medios y el delirio que padece,
un corazón...enjaulado,
que dejándolo en libertad, late...
al ritmo que le conviene, libre.
Aún se entristezca, aún sienta alegría,
deja que vibre, que golpee con fuerza o con letanía,
qué sienta,
habla, explica tu sentimiento, libe-ralo del encierro,
del tormento consumado,
vive y deja que viva,
sonría y se mueva al son conveniente,
ese que entre suspiros dice estoy vivo, y siento,
y así me explico.
A un corazón enjaulado, le falta aire, está sujeto y aprisionado,
deja que suelto se recree en el sentimiento,
en la vida con sus golpes y reacciones,
Déjalo libre, y cuenta.
Cuánto amas y cuánto necesitas que el amor fluya en tu entorno,
entorno, clandestino, prisionero del des-amor. Busca lo contrario,
amor que flote en el aire y así lozano,
un corazón que vibre al son de la emoción y la caricia,
esa que todos necesitamos y repite te amo,
amor fluyendo, sin tapujos ni incordio.
Corazón liberado. Libera. Fluye y ama,
empezando por él. Corazón enjaulado..
Por Montse Cobas.
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