El amor siempre perdura,
nuestras células, nuestro corazón lo recuerda, porque ahí permanece,
lo bueno, al igual que lo no tan bueno, si no se transmuta este último, siempre se afianza en nosotros, porque ha estado y ha sido una pequeña o gran parte de nuestra vida.
Con amor, Montse
La humanidad permanece en nosotros, todo lo que existe se halla, con la predisposición única de nuestra elección viva.
Un gran amor,
y que corazón, que esencia se resiste, ninguna, porque clama desesperad-amente lo que le pertenece y sabe que es suyo. Una misma esencia. Almas gemelas. Única e individuales, formando Una, con una misión correspondida que solo Dios y Ellos en último extremo lo saben, así funciona.
Oportunidades, fines, olvidados.
ETAPA, MENSAJES...
Miradas, sin intención, preguntas.
No darme cuenta, hasta que al final lo hice,
o solo fue una ilusión,
enmascarada en el silencio del maltrato,
buscando lo que a todos nos pertenece por principio y ley propia.
la felicidad y el amor correspondido, para ser uno solo,
energizando al Universo,
una Ley espiritual, formada, formados para volverse a encontrar,
despues... de mucho,
uno siempre es el primero en saberlo,
el otro quizás tarde mucho en hacerlo,
pero al final, las señas, los mensajes,
en el momento acérrimo, hablan,
quizás ignorantes en el momento, en la etapa,
pero que al final no queda otra, que dicen,
cuanto dicen...
hasta la próxima.
Por Montse Cobas.
Comentarios