MIRADAS TRASLUCIDAS.
Aún miles de pájaros revoloteen a tu alrededor,
observando y mirando lo que es digno de ver,
no se paga, ni es pagadero,
si la ilusión del bienestar momentáneo se observa.
Miradas y sonrisas interiores, ante la belleza llamativa,
no es el perfil es el aura,
lo que se asemeja a lo verdadero,
a lo que se plasma en nuestro interior, y llama,
miradas...
que resplandecen ante la visión de lo nuevo y llamativo,
no se sabe lo que es, pero se percibe,
y así miramos.
Cuando algo nos atrae sin saber porqué,
fijamos la mirada porque se siente diferente,
a gusto y condescendiente,
miradas que brillan, y nos llegan sin darnos cuenta,
porque se impregna el amor en su esencia,
miradas que son traslucidas,
dejan ver lo que se siente,
sin embargo indiscretas sin darnos cuenta,
surgen de lo más hondo,
de nuestro hueco escondido,
de lo que nos queda de niños,
miradas traslucidas, expanden porque se asemejan a lo puro,
no hay escondite, se nota, y se dona.
Miradas traslucidas, esas que todos en algún instante las hemos sentido,
nos impregnan y impregnan a todo el entorno,
y sin darnos cuenta, miran. Sintiendo el porque se hace.
Traslucidas y irradian, lo que se mira atrae.
Y ya nunca hay olvido y el revoloteo queda.
Miles de pájaros a tu alrededor...
Por Montse Cobas.
Brillos duraderos que nunca se olvidan y siempre persisten.
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