Mirarte a los ojos, buscar una respuesta, poder ver y saber la verdad. Por qué de ellos aflora la contestación qué quizás no te atrevas a dar.
Y así reconocer y observar, la realidad, esa que se intenta esconder, ya qué se es incapaz de reconocer. Ver, lo que estas viviendo, y esta anclado en tu corazón.
La valentía, excepción de muchos. Pero, es loable, porque la vida, no se nos hace fácil, la hacemos nosotros con nuestra fuerza y poder de decisión. Vivir, en sí, ya supone un gran reto y de gran valor, pues se requiere ser valiente para hacerlo.
La esperanza, el verdadero amor, mueve hasta la mas gran montaña, pero detrás de ella a de haber alguien reconociendo, sintiendo y esperando, lo qué le estamos ofreciendo, y ser mutuo, lo difícil. Pero, aún detrás de ella no hubiera nadie con el mismo fin y sentimiento, hay que seguir viviendo con el mayor arrojo.
Hacia delante mis valientes, siempre hay alguien al lado que te ama esperando y haciendo un encuentro, hasta que por fin, se llegue al punto exacto, y deseado por dos. Así qué sin desesperar.
Con amor, Montse Cobas Teijeiro,
Grandes verdades, grandes sentimientos, grandes reconocimientos.
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