Y son mis manos el arbitraje de la vida.
Esa que se siente, se percibe, se tiene,
son mis manos, lo sinuoso, lo que habla,
en cada uno de mis ademanes, en cada movimiento, en cada caricia.
Y así como ellas se mueven, se mueve mi vida,
esa, que ahora tengo, y he hecho,
en silencios, en miradas observantes,
interiores o con mis ojos,
ojos, que todo han visto, y todo han callado,
hablado, sin nombre.
Montse Cobas.
Buen día, y Bendecido, un día, único.
Son mis manos, tu compañía...
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