Cuándo eres capaz de adentrarte en Ti,
y miras, observas cuan silencio te adueña,
te quedas sereno, y te habitúas a tus pensamientos,
a tus palabras silenciosas, esas que formas pensando,
en tu soledad tardía, encontrada, en ese instante.
Y ves como danzan imaginaciones des-hechas,
palabras buscando forma en el acto,
y al son de ellas, ves,
que tan solo existes Tú, en ese segundo,
un segundo que se hace eterno,
Tú, y lo impalpable,
y mientras tanto, quizás,
sueñes en lo imprevisible, en tus deseos más acuciantes,
dándote cuenta que Tú, eres el gran deseo,
pues sin Ti, nada de esto sería posible,
y entonces...
te das cuenta el fin de la vida, el fin de tu existencia,
saber que existes, y por eso, todo es más... que posible.
Cierra los ojos, piensa en la belleza de la vida,
que tan solo Tú puedes formar, pues eres el que activas lo incesante,
de tus deseos, y de tus formas, y por eso, tienes.
Piensa en cerrar los ojos, cierra, y observa lo más hermoso,
la serenidad que te domina, y así ejerces, esparces, y tienes... este momento, lo más hermoso.
En silencio.
Por Montse Cobas.
No olvides que Tú eres lo esencial, sin Ti, nada sería posible, pues eres hacedor de tu vida, de tus sueños, de tus vivencias, de como te las tomes y sientas, y en ello, tu historia.
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