Es increíble, a lo que llegan algunos seres, que olvidaron la humanidad,
quienes exigen a una persona, mutilada emocionalmente, dañada, cómo es el caso de la violación,
malos tratos, merma, lastre con coacción, a estar sonriente, a reaccionar bien, y adecuadamente a sus gustos, a poder ver, cuándo en verdad no pueden ni verse Ellas mismas, dañadas profundamente, es cómo si a alguien que estuviera en su lecho de muerte, sin poderse mover se le exige, que camine a la fuerza.
Y encima, se les echa la culpa, de multitud de sucesos, o circunstancias, qué ni ella misma conoce, o ha vivido.
Dios los perdone, Dios les haga ver, cuán su error, cuán su equivocación.
Los mitos siguientes no son verdad.
La tristeza, la indignación de un momento, de un ver, de un percibir, observar la realidad.
Hay que saber, para poder entender y actuar, bien, o lo mejor posible. Por lo menos para no perjudicar más.
Un amor, en mi, el qué me pertenece, ahora. Amor, por mi.
Por el valor de las mujeres, por el simple hecho de serlo.
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