En una etapa de nuestra vida, en la cuál es todo diferente,
nos damos cuenta de la realidad ubicada,
realizada desde muy atrás.
Dejándonos dirigir sin darnos cuenta, manipulados,
ahora, todos estamos hastiados,
cansados, descubriendo la verdad.
Quizás, para identificar lo deseado,
volver a lo natural,
lo natural, ya lo dice todo la palabra.
Sin miedos, sin restricciones,
naturaleza propia, destacando, y avanzando,
cómo así esta siendo, lo que verdaderamente vale,
vale, al Ser, lo que nos gratifica desde lo muy interno,
lo que nos produce contento, armonía, salud, bienestar,
algo ya muy perdido,
con la correspondiente consecuencia, lo que ahora vivimos.
Producido por un sin fin de consecuencias, de tiempo,
junto ahora el transmute, el cambio hacia lo nuevo,
muy diferente,
muchos, aquí no lo viviremos, o quizás, sí.
Otros tendrán que seguir germinando, avanzando,
en la misma honda, sí así quieren seguir, aquí.
Mucho transmute, consciente ya, para muchos,
y otros, no tanto, despistados, acongojados...
el cansancio les abruma, la inestabilidad les acucia,
sin darse cuenta, que es parte de la época, de la total necesidad del cambio.
Y así, en la búsqueda, en el sentir, haciendo,
unos bien, y otros sin rumbo, buscando una razón,
un porqué vivir, que dirección tomar. Cansados, ansiados,
sin saber, que la dirección está en Uno, centrados...
Montserrat Cobas.
Muchos están en el camino, otros en el discernimiento, y otros buscando,
y no lo saben.
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