Si caes, recuerda, que te volverás a levantar, al instante, y en el tiempo, que las magulladuras cuestan, pero se curan, y más si pones medios para que así sea, lo hacen rápido. Así como de rápido te levantes, así antes se recuperan. Pero, recuerda, no antes, de lo necesario, porque todo tiene transito, hasta llegar al cometido, necesario. Pueden ponerte infinidad de zancadillas o trampas, con miles de fines, pero tu tienes el poder de resarcir todos ellos, siendo tu primera en levantarte, y seguir avanzando, pese a quien le pese, si estas con Dios, y en Dios, Él te ayudara, te afianzara, y observara quienes fueron, para otro fin, el que ellos buscaron. La Ley de Dios, en mi. Amor, superación y fuerza. Por Montse Cobas.
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