En un principio, del sentimiento, reconozco, y atiendo, emociones, percibidas, que tan solo el odio, la envidia generan, y entonces, al advertirlas, y recibirlas, de otros, solo entiendo, que no hay vuelta, sólo rechazo, y transmutación, evitando el mal que quieren ejercer, y hacer cambiar, no hay cambio, que yo, hoy no genere, y en el otro al igual detalle. Tan sólo ver, la inhumanidad, y el deterioro del humano, al accionar todavía así, y la transmutación se hace necesaria, procurando, que nunca nos afecte, no. Y así vivimos en armonía, la que cada uno ejerce, en nuestro poder esta, y en la vida se transmuta, eliminando, caos, dolor, y pobreza, hasta el del espíritu. Miremos en nuestro interior, y ejerzamos, protegiéndonos, y cuidándonos, del que no sabe, y en su deficiencia, saber que hacer, viviendo... en amor, y armonía. Nunca tendré vergüenza de amar, o de haber amado, pero sí, debería, el que ejerce lo contrario, el daño, y