En este momento, pienso, y me digo, que es lo que me falta por sacar, de adentro, es siempre una eterna búsqueda por mejorarse, llegar y poder ser mejor, desde uno, siendo honorable, y feliz, paciente, y amoroso, desde tu más interno, yendo a ese rincón desconocido, sin embargo existente, ahí dónde van nuestros deseos más acuciantes y no florecidos, fluyendo con la eternidad. Y ahí, desde ese punto, quizás, vemos, a ese lugar, no visto, dónde si florecen de diferente manera, la más extensa y bella flor, dejando en ese espacio, lo más hermoso floreciendo. Una eterna flor. Fluyendo.
Y en ese lugar, se expandió.
Por Montserrat Cobas.
Comentarios