El no saber, siempre, nos lleva al error.
A la equivocación a veces más injusta, creando injusticia.
Yo, por la cuenta que me trae, creo, y siento amor, el corazón subyace, siempre, desde lo más interno, se siente su vibración, y nos dice, que estamos en el buen camino, aún sintamos, diferencias ingratas, qué no se entienden.
Aunque, creo que esto es una característica. Una emanación muy particular. Un sentir personal y de trabajo individual, y único que nos transfiere a lo que somos en este instante, con todo el acumulo en el tiempo formado, y somos.
En el gran intervalo de nuestra vida, comenzamos a entender, frases en el pasado, que escuchamos de otras personas, que muy bien se pueden asociar a nuestro momento, o situaciones de ahora.
Es, lo que tiene no ser franco, leal, claro, querer mantenerse al margen, sin hacerlo.
Y poco, a poco, ir encontrándonos-lo.
Es, una circunstancia no deseable para nadie.
Sin embargo, cuánto se dá en esta sociedad medio caótica, en la que el amor, está irreconocible.
Por Montserrat Cobas.
Y, no te sirve de nada, solo te verifica, te remarca.
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