Y en ese silencio, que nos conmemora, que nos pertenece, unidos, de la mano, conocer en el sentimiento, la caricia, que algunos sienten, que se extravían en ella, percibiendo sensaciones, que unen un conexo tras otro. Estimulando lo que no se puede estimular de otra forma, y así encontrando un sin fin de sensaciones, descubriendo, sabiendo, que hay mucho más, intrínseco. La caricia, el momento, el estímulo, de descubrir, sin más. La Luz, sin sentimiento, o con él, descubriendo y uniendonos en silencio, a lo eterno, y con ello, vida. Luz, en el silencio. Descubrimiento de la vida. La fuerza que otro nos dona, con su Luz, mediante una palabra, una caricia, una mirada, un acompañar , un estar, un ser, sin más. La Fuerza, que uno mismo, propia, tiene, y descubrirla, afianzar-la, solos, o acompañados, en compañía, saber estar. Por Montserrat Cobas. Terapeuta energetica, sanadora. Terapia de Luz, restauración, y regeneración del cuerpo físico,