Hasta, qué un día ante nuestras circunstancias, nuestros sucesos,
te das perfecta cuenta,
qué todo debía de ser así, como, es, y cómo, ha sucedido,
y, entonces, aceptas, ves con ironía la vida, la percibes,
y sientes, que se ha dado así, simplemente,
porque así debía ser, todo es una derivación, todo deriva,
y, así se obtiene, se tiene. Y entonces, ante la aceptación,
dejas ir, lo que se siente, y tienes fe, esperanza, vida,
de qué lo siguiente, si sera bien, sera lo que quieres,
porque observas, qué ante la conciencia de lo que es,
hemos aprendido, y se hace ante el dolor, el padecimiento,
la decepción, y sientes, que has de vivir, pero,
ahora de otra manera, ante el aprendizaje que se nos ha dejado ver,
hemos podido, observar, eligiendo, decidiendo, ante la sabiduría,
qué se nos ha integrado, y, no ha sido en balde, sin coste, sino,
todo lo contrario.
Fé, esperanza, y, benevolencia.
Por Montserrat Cobas.
Y, sientes, percibes, que no estás completamente sola, nunca se ha estado.
Dirigentes.
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