Es desde el silencio donde nos damos cuenta de muchas cosas, situaciones, motivos, formas, de lo qué percibimos, y lo qué creemos del otro, pero en ese silencio, en la tranquilidad del alma, podemos observar, lo qué de otra forma no se haría, incluso, en sumo secretismo de la situación, y también del otro, qué ni el mismo lo sabe, lo percibe, así tal cómo se puede diagnosticar en el silencio.
Secretos emocionales, y formas de vidas, escondidas, que sólo la tranquilidad, y el amor desde uno, y hacia el otro, puede contarnos.Descubrimos, y entonces, entendemos.
Si realmente nuestro ser, tiene intención, y necesidad de verlo así. Entender, hallar motivos, el porqué, que a veces, permanece oculto.
Diversas versiones que se ven desde cada punto de vista original del Espíritu propio de la persona. Lo qué somos, y hemos experimentado, viviendo en evolución, permanente, y descubriendo, que somos, lo que somos, y así encontramos.
Para mí, ser desde el amor.
Hoy.
Montse Cobas.
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