Aprendí a vivir, con lo puesto..
Así cuándo la abundancia se sobrepuso, no la ví,
ni cuándo ella desapareció.
Aprendí a vivir con el amor, a distinguirlo cuando apareció,
a tomar decisiones ante ello,
a saber amar a pesar de viles sentimientos hacia mi,
a no conocer lo contrario al amor, y por ello no entenderlo.
Aprendí a tener esperanza, y esperar el amor que en un momento dado, ansié.
Aún perdida ante el tiempo, deje que volviera aparecer.
Aún no fuera como esperaba, aprendí a tener paciencia,
la contención ante los impulsos.
Aprendí que el amor es algo único en cada persona,
que el verdadero amor, aprender a amar, no se enseña, se siente,
y se halla en cada persona, necesitándose de tiempo, e inteligencia,
para poder verlo, y distinguirlo.
No hay libros, ni enseñanzas que digan como hacerlo.
Qué la vida no viene escrita, la escribimos.
Qué los sentimientos son únicos, sin embargo necesitamos del otro,
para sentirlos, comprender-los y materializar los en forma, y uso. Distinguiendolos.
Esa, es la esencia de la vida, ver, sentir, para comprender, desde el amor,
no es fácil, porque pocos aman como tal.
Sin embargo, a través del tiempo, con un sinfín de situaciones, circunstancias, y vivencias,
nuestro yo interior va cambiando, se va amoldando a ellas, y superando tiempo tras tiempo,
cuándo desde el amor se observa, se palpa, la calma aparece en cada sentimiento, en cada emoción.
Y así la vida se fija en nosotros, paladeando lo aprendido, lo que está nos ha enseñado, y hemos sido capaces de aprender, materializar esencialmente, sintiendo, qué la vida, es tal cuál, como nosotros mismos ansiamos, transmutando las formas, la esencia, idóneamente, para sentir, ser, eso mismo que nosotros queremos, ser.
No hay disculpa.
Por Montse Cobas.
Aprendí a amarte, a través del tiempo, y desde el tiempo, y volví ha hacerlo aún de diferente forma, comprendiendo, y dejándote libre en tus ansias de libertad.
A veces amas, sin saber porqué, pero amas.
Comentarios