Es, cómo la sutil idea de la vida,
esa que armoniza con cada ápice de esencia,
qué fluye de ti.
Aconsejándote sentirla, dejarte llevar, ahí,
dónde tu quieras ir.
En tu interior, su forma, su movimiento, su necesidad,
disciplinan-dote intrínsecamente como hacerlo,
sólo has de sentir,
y conocerte,
una vez, lo haces, sabes de tus necesidades,
y cómo conseguirlas,
fluyendo con tu entorno, en pasividad, y movimiento,
te acercas, y sabes acercarte, dónde ir,
al compás de lo que tu naturaleza, pide.
Naturaleza, amplia-mente dicho, y así pide.
Naturaleza, que se hace sentir, cuándo te unes a Ella,
la tuya, la propia, y el medio natural, y pausadamente, te aromatizas.
Latiendo al compás, tan intimamente, qué conectas,
ayudándote, y te ayuda en su vaivén, ritmo, y sintonía.
Volviéndote uno con Ella. Somos.
Y así, día tras día, momento tras momento,
segundo tras segundo, lo logras, logras tu recuperación,
salud perdida por una etapa que no tiene pérdida, sin embargo,
te pierde, pero.
Sólo nosotros podemos salir de ese atolladero interno,
que por circunstancias se puede dar, por muy fortalecidos que nos creamos.
Respira, y halla.
Únete, y sé uno con el medio natural, el te descubre, su movimiento,
y lo que en realidad somos, y hasta que punto, somos en Él, y con Él.
Uno.
Por Montse Cobas.
https://www.youtube.com/watch?v=8_Y4HoFXqTY
Comentarios