Y cuándo una cierta añoranza, se presenta,
en calma, y en paz, sin dejar afianzar,
analizamos, y vemos, observamos, lo que sentimos,
y el porqué,
y es qué a veces, no se puede hacer más,
no, en el momento,
sin pausa, y avanzando,
echamos la vista atrás, y podemos recordar,
lejos, o no tan lejos, vivencias, de una vida,
y como de una vida, existencia se trata,
hay que seguir viviendo, pensamos.
Y seguimos, sabiendo que es un periodo,
haciéndolo corto, lo necesario para dejar fluir,
el sentimiento, que surge, sin buscarlo,
y es qué ningún sentimiento se busca, sin más...
Aparece.
Y en estos instantes de pesadumbre, no fijamos, nada más,
solo superar, fluir, y pensar que siempre surgirá lo mejor,
aunque no lo parezca, y es que los parecidos, nunca son buenos,
pues, no hay ninguna forma, persona, situación, igual,
todo cambia,
y así hemos de cambiar.
Sintonía del Corazón.
Y aunque las lagrimas quieran surgir, la fuerza, hace que lo admitamos, pero que nos resistamos, a qué así sea, cómo muchas veces, nos resistimos a lo que en verdad es, y ha de ser.
Fluir, dejar pasar, sería la reflexión.
Hoy.
Vamos avanzando, y mañana sera otro día, lleno de lo que queramos que este lleno, en nuestra persona, en nuestra esencia, en nuestro yo mas interno, conociéndolo, y sabiéndolo parte nuestra, parte de nosotros, porque nosotros, somos, en amor, paz, y sabiduría.
Hagamos-lo.
Y, así, Somos.
Por Montse Cobas.
Comentarios