Y fluiré con la vida,
y fluiré con el sentimiento,
ese que se enraíza, y surge,
dentro, muy dentro de nosotros,
y haremos por recuperar nuestra paz,
nuestro sentimiento, emoción de armonía,
esa que buscamos todos,
y te das cuenta, que en el proceso,
en el viaje de la vida, debemos,
aprender a fluir ante los instantes que esta nos presenta,
dejando salir, haciendo salir, todo lo que incomoda muy adentro,
por decepciones, deseos hechos desde muy lejos,
sin ser realidades,
hacernos ideas equivocadas, de un suceso,
y todo por ignorancia,
por no haber tenido el valor de preguntar, indagar,
y aún así lo hicieras, quién sabe,
todo quedaba igual,
porque en los senderos de la vida, en ellos,
siempre hay pisadas fuertes o menos fuertes,
carreras, o pasitos lentos,
y tropiezos, para levantarnos, una y otra vez,
las veces que haga falta,
porque en este articulo de vida,
no son menos, los pobres,
son menos los pobres de espíritu,
que se dejan menguar por sucesos, emociones,
equivalentes a lo que nos sucede,
y en esto, hay que decir aúpa, llorar, frenar,
si hace falta, reflexionar, preguntar, creer, o no creer,
pero ante todo, estar seguros que si somos honestos, lo hemos sido,
por mucho que nos llegue, siempre tendremos puntos de ganancia ante Dios,
y en Él, nos afianzaremos, pues Él, sabe, Yo, sé, Nosotros sabemos,
y en esto, salvación, desde la penumbra, saliendo en un día de sol, dejando atrás,
la oscuridad que un día sucumbió, sin poderlo evitar.
Cuándo la vida te presenta, situaciones incomodas, difíciles, inaccesibles, Dios se nos hace presente, pues es un apoyo fuerte en nuestros ratos de soledad, recordándonos su existencia, energía que nos antecede a cada momento, instante, situación, que sabemos que ahí está, manejando.
Nos lo demuestra, y entonces, conocemos,
sabemos de su existencia, y como funciona, observando, que la soledad, no existe con Él. Y en Él.
La Divinidad. De la que somos poseedores. Volviendo a nuestra semilla real.
Y entonces,
cómo tal crecemos.
Montse Cobas.
Comentarios